Triangulo amoroso en ”Los protegidos”

Los adolescentes de Los protegidos se enfrentan al poder más incontrolable de todos: el del amor. Y ni la invisibilidad de Culebra (Luis Fernández) o las descargas eléctricas de Sandra (Ana Fernández) sirven de nada ante él. “Hay una atracción física evidente –explica la actriz mientras se quita los guantes rojos de su personaje–. Sandra es romántica, pero como él es un cobarde y recula cada vez que nos acercamos, se tiene que reprimir”.
“El primer beso será especial”, dicen. ¿Será entre Sandra y Culebra o se interpondrán Claudia y Leo? Pero la chulería de su hermano de pega no es el único impedimento. “Sandra no puede tocarlo porque lo dejaría frito. Por eso quiere que el primer beso sea especial”.

En esta relación hay una tercera persona, Claudia (Esmeralda Moya), con la que tontea Culebra.“Es que las dos tienen su cosita –dice Luis con picardía–. Le tira Claudia porque es la típica chica que no se corta un pelo. Pero quizá lo llene más la que de verdad se preocupa por él, aunque no pare de echarle broncas”. “Nuestra historia de amor es más de miradas que de palabras”, añade Ana.

Esmeralda intenta defender a la diva de la clase: “Es verdad que es un chica sin escrúpulos, pero tiene una razón: la falta de cariño”.

Tanto es así que su rival se convertirá en su confesora: “Es una víbora y me las hace pasar canutas, pero cuando se sincere conmigo veré que tiene su corazoncito”. La estrategia de Claudia para conquistar a Culebra ya se ha cobrado una víctima. Se trata de su ex novio, Leo (Raúl Mérida) “Tiene que olvidarla a toda costa –explica el joven, a quien vimos en Un golpe de suerte–. Y lo conseguirá gracias a Sandra”.

Pero ni el uno ni la otra lograrán romper el vínculo mágico que se ha creado entre los protagonistas, y que tanto recuerda a otra pareja. “Se parece un montón a la historia de amor de Marcos y Eva de Los Serrano –reconoce Ana–, aunque creo que Luis no va a cantarme por ahora. En todo caso, sería un rap”.

Lo dice porque su compañero antes era músico. “Me vieron en un videoclip y me llamaron. Compongo rap y hago las segundas voces en el grupo Darmo. Y llevaba seis años trabajando en el registro de la propiedad”.

En pocos días, su nombre se ha hecho popular entre las jovencitas, que hasta debaten sobre sus tatuajes –“tengo siete, cada uno con su significado”– en la red. Pero a Luis no le va ese tipo de fama. “No uso internet. Me metí por curiosidad en un par de foros y no me interesa.”

Ana sí ha buceado un poco más: “¡Hay hasta grupos de sandraculebristas! –dice alucinada–. El otro día grabábamos en exteriores y apareció una masa de chavales y abuelas. Los del equipo decían que no habían vivido algo así ni en Física o Química”.
Los pijos. A Esmeralda Moya y Raúl Mérida les han tocado los personajes sin poderes, pero no pierden la esperanza. “Ojalá nos los peguen”, dicen. Los románticos. A Ana le gustaría un chico tipo Culebra… con matices: “A todas nos dan morbo los malotes, ¡pero no con esos calzones que me lleva en la serie!”. “Yo no tengo problema en desnudarme”, asegura Luis.

Fuente: http://www.losprotegidosweb.com/triangulo-amoroso-en-los-protegidos/
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